martes, 30 de octubre de 2007

Goodbye Juande




"Mi profesionalidad me impediría dejar un equipo en plena
temporada, a pesar de haber recibido ofertas mareantes"

Fueron las palabras que pronunció Juande Ramos días después de que un periodista de Estadio Deportivo, lo cazara reunido con el vicepresidente del Tottenham en el hotel Alfonso XIII de Sevilla. Poco le importó a Juande que al día siguiente estuviera en juego el primer título oficial de la temporada: la Supercopa de España.

Como suele ser habitual en este mundillo, en el momento en el que se hace pública la noticia, el protagonista lo niega categoricamente... hasta que la realidad se plasma en fotografía.
Cuando el affaire de Juande con los ingleses, estaba más que consumado, Del Nido tuvo que ir de apagafuegos a la ciudad deportiva y asistir a una reunión de emergencia en la que también estuvo Monchi.

A los pocos minutos de finalizar dicha reunión, Del Nido convoca una conferencia de prensa en la que dice que el míster le ha dado su palabra "mirándome a los ojos"(sic) de que va a seguir en el club. Del mismo modo, al día siguiente es Juande quien da por fin la cara ante los medios, y asegura que no se va a ir a ningún lado, que su "profesionalidad le impide salir del club con la temporada ya iniciada". Parecía que la historia iba a quedar como siempre. Los periodistas inventándose la reunión que mantuvo Juande (con contrato en vigor) con los ingleses para negociar su salida, y el protagonista de toda esta historia como víctima de las invenciones de la prensa.

Poco le ha durado la palabra al que es el mejor entrenador de la historia del Sevilla. Cuatro millones y medio de euros netos por temporada hasta 2011 tienen la culpa. Cierto es que el ahora entrenador del Tottenham no soportaba el excesivo protagonismo que ejerce Del Nido en el club. Cierto es que con Monchi ha mantenido serias discrepancias en temas de fichajes. Cierto es que con el actual entrenador del Sevilla, Manolo Jiménez, ni se dirigían la palabra. Pero nada de eso ha pesado en su decisión de marcharse. Él tenía ya madura la idea de hacer las maletas en la próxima ocasión que Daniel Levy le volviese a tentar. Y así se ha hecho. Tras la derrota frente al Getafe en UEFA, el magnate que es dueño y señor del conjunto londinense, y accionista del Glasgow Rangers, Vicenza y el Slavia de Praga, telefoneó la misma madrugada del jueves al técnico español para darle un ultimátum: "o aceptas ahora o nunca". Juande no se lo pensó dos veces. En la mañana del viernes echó a volar en el avión privado que le habían preparado para viajar hasta Londres y firmar su nuevo contrato. Ni siquiera se molestó en dar una rueda de prensa para despedirse de la afición. El método empleado para decir adiós se redujo a una carta insertada en su página web: "Mi corazón se queda en Nervión". Una frase demasiado romántica para un profesional que no ha dudado en incumplir su contrato.

Sin duda, éste es el nuevo golpe, y quién sabe si a este paso ni mucho menos será el último, que ha recibido el Sevilla en la que se presumía como la temorada más importante de su historia, y que, hasta ahora, está resultando la más convulsa. Del Nido, asumiendo una vez más, el papel de líder, arenga a sus futbolistas recordándoles los trágicos momentos que supusieron la reciente muerte de su compañero Puerta: "Si no pudo con nosotros el fallecimiento de Antonio, no va a poder esto". Acto seguido les presentó a un hombre que no necesita presentación, es uno de la casa, Manolo Jiménez. "Os dejo ante el que iba a ser vuestro entrenador la próxima temporada. A rey muerto, rey puesto".

1 comentario:

Comisión de Biblioteca dijo...

¡Hola, Javi! Muchas gracias por tu visita a mi "territorio forajido". Tu blog tiene muy buena pinta, mucha suerte con él. Lo he puesto entre mis enlaces favoritos.

Sobre el tema de Juande, las personas pasan y los clubes permanecen; ahí está su grandeza. También nos costó a los del Depor despedirnos de Irureta después de siete años. La buena noticia es que el nuevo entrenador sevillista ha entrado con buen pie.

Un saludo, pasaré por aquí a menudo a seguir tus reflexiones.

Mario