El movimiento 15-M, nacido de forma 'espontánea' según sus impulsores, presentó el viernes las 16 propuestas con las que piensan establecer una democracia real.
Cualquiera que las lea comprobará que entre algunas medidas razonables como la de solicitar la supresión de los sueldos vitalicios de los políticos hay otras, las de carácter más ideológico, que desenmascara a estos “apolíticos”. Veamos: desvinculación verdadera entre la Iglesia y el Estado; Educación pública y laica; recuperación de la Memoria Histórica; Cierre de todas las centrales nucleares; Nacionalización de todas las entidades bancarias que hayan tenido que ser rescatadas por el Estado; Recuperación de las empresas públicas privatizadas; Reducción del gasto militar y cierre inmediato de las fábricas de armas; Acceso popular a los medios de comunicación, que deberán ser éticos y veraces. Son algunos ejemplos.
Pero que nadie se engañe. La indignación de estos revolucionarios solo la provocan los empresarios, los bancos y los periodistas. En cambio, que Eta vuelva a los ayuntamientos es un tema menor. Ni una palabra al respecto. Por eso no debe resultar raro encontrarnos con que uno de los abogados que asesora al Movimiento 15-M trabaje al mismo tiempo para la izquierda abertzale.
Uno de sus principales objetivos es el de reclamar la nacionalización de la banca como si éstas fueran ejemplo de gestión, todo un giro a la extrema izquierda, un guiño a la Cuba de Castro y la Venezuela de Chávez. Pero, ¿es que ya no se acuerdan de los 12.000 millones de euros que el Estado tuvo que gastarse en el saneamiento de las cajas de ahorro?
Cuando se sigue investigando nos encontramos con más sorpresas. Para que no quepa duda del carácter frentepopulista de algunos de sus integrantes advertimos que dos de sus miembros participaron en el asalto y la profanación de la capilla de la Complutense hace unos meses. ¡Quia!
Es ahí cuando entendemos el porqué de la colocación de una gigantesca foto de Heinrich Himmler en uno de los edificios de la Puerta del Sol. En ella se puede leer: 'no nos representan'. Esto solo se explica por un exceso de consumo de cannabis o, simplemente, por la estupidez más supina. Ya me dirán que tiene que ver la regeneración del sistema democrático español con el jerarca nazi. Es, de nuevo, la creación del enemigo imaginario.
Huele demasiado mal, sobre todo porque estos nostálgicos del Frente Popular y del comunismo que dicen estar tan indignados con el sistema no han dicho ni una sola palabra contra el gobierno responsable de los 5 millones de parados. Los receptores de sus insultos fundamentalmente son los políticos de la oposición y los medios de comunicación de derechas.
La soberbia moral del soviet no tiene parangón, ya que muestran un gran desprecio por la libertad y la democracia de ese sistema que, de forma paradójica, les permite ocupar el espacio público de forma ilegal ¡Qué mala debe ser nuestra democracia que les permite incumplir la ley en la jornada de reflexión! No como en el paraíso comunista, donde cualquier disidencia al régimen te manda directamente a la cárcel o, como en la URSS, a un bonito gulag.
Espero, paciente, a que alguno de los miembros de la asamblea nos señale un país a lo largo de la historia en el que el socialismo no haya sumido a sus habitantes en la pobreza y la tiranía. Uno solo. Hasta entonces, que reconduzcan su indignación.
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