Transindignados, maricaindignados y bolloindignados

La mañana amanece soleada. Un bonito día para seguir con el camping urbano. Los últimos días en Sol han sido algo tediosos. Por eso el jefe de la gran tribu roja ha decidido levantar el campamento. Objetivo: tomar las Cortes. Los miembros y miembras de la tribu discurren alegremente por la Carrera de San Jerónimo a ritmo de timbales. El aroma, hoy tampoco se trabaja, es festivo: cachimbas, diábolos y canciones de Soziedad Alkoholika.

 

Las masas están de enhorabuena: han recibido el apoyo de otras mujeres indignadas. De las que se lavan, eso sí. Las activistas anticapitalistas Rosalía Mera y Paris Hilton también están que trinan con el sistema. No hay derecho, vociferan a través de Twitter.

De repente irrumpe con fuerza en plena algarada un grupo de ecologistas. Se llaman 'Respiramos aire, bebemos agua, comemos alimentos'. Sesuda reflexión. Reclaman la vuelta a la Edad de Piedra y el abandono de las ciudades, fuente de todos nuestros males. Están convencidos de que éstas solo generan miseria y hombres alienados. “Cúpulas de aislamiento”, las llaman.

Entre la muchedumbre se eleva una voz a todo pulmón: “hemos esclavizado a los animales”. Es una chica que acaba de terminar de leer la columna de Ignacio Escolar en Público y quería aprovechar el momento de inspiración en el que se encontraba. Después de contemplar cómo sus compañeros indignados agitaban sus manos al aire contaminado de Madrid en señal de aprobación, ella cayó en la cuenta de que su mascota llevaba horas encerrada en la mochila. Metió la mano y sacó a Trotsky, una rata indignada por la retirada de las subvenciones de queso. Enternecidos con la escena, un cámara de La Sexta que ha captado el momento, promete darle un minuto de gloria en el programa de Wyoming.
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Solidarizados con los acampados, la Asamblea 'transmaricabollo' también quiso pescar en río revuelto y presentar sus 14 puntos ante la algarabía general. A pesar de que últimamente estaban algo enfadados por la sentencia de la Audiencia Nacional que había absuelto a Intereconomía, se consuelan entre ellos -no sea mal pensado, querido lector- porque saben que el día del orgullo está a la vuelta de la esquina.
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“Exigimos el fin de la financiación pública de cualquier entidad religiosa o política que desarrolle políticas sexistas, homófobas, lesbófobas, bífobas y tránsfobas. Exigimos la revocación inmediata de cualquier cargo público que realice declaraciones transmaricabollobifóbicas e incite al odio”.

Más sexo en las escuelas y en la calle: “Exigimos medidas efectivas para evitar el bullying homofóbico y transfóbico”.

Contra el capitalismo: “nos posicionamos como transmaricabollosbiqueer anticapitalistas”.

Sí a la prostitución y la poligamia: “defendemos el reconocimiento de la pluralidad de formas de relación que exceden el modelo tradicional de monogamia y familia nuclear. Denunciamos los privilegios exclusivos del matrimonio en detrimento de otros tipos de relación”.

¿Ficción o realidad? Solución: salga a la calle y compruébelo usted mismo.