El portero del Barcelona, Albert Jorquera, ha sufrido una grave lesión de rodilla durante la disputa del partido amistoso entre las selecciones autonómicas de Euskadi y Cataluña en San Mamés. El meta, en una jugada totalmente fortuita y a la salida de un corner durante la primera mitad, se ha roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, lo que seguramente le hará perderse lo que resta de temporada.
¿Recuerdan las palabras del presidente del Barcelona, Joan Laporta, en las que decía que era "una vergüenza" que los jugadores del Barsa se fuesen a jugar con sus respectivas selecciones y volviesen lesionados? En aquella ocasión, Laporta estaba indignado por el hecho de que Henry volviera lesionado de jugar un partido con Francia. El dirigente culé argumentó con toda razón, que son los clubes de fútbol los que pagan religiosamente a los jugadores, y que si a éstos les ocurre algún percance físico, sus selecciones no se hacen responsable de la recuperación del futbolista. Hasta aquí es más que comprensible la postura que adoptó Laporta como máximo representante de un club de la envergadura del Barcelona. Pero una vez más, a don Joan le traicionaron sus instintos nacionalistas. Tras ese discurso aparentemente lógico de alguien que defiende los intereses de su club, Laporta escondía un mensaje con un cariz puramente político: cuando ya había terminado de poner a parir a la Uefa y al sistema actual de selecciones nacionales, el bueno de Joan apostilló con un rotundo "ah, y visca Catalunya". Sucedió que Joan no pudo morderse la lengua el mismo día en el que se celebraba el 'Día de Cataluña'. ¿No creen que es una más que curiosa coincidencia? ¿Le molesta en realidad que la mayoría de sus jugadores sean internacionales? ¿O no será más bien, que lo que realmente le irrite a Joan es que jugadores como Iniesta, Xavi o Puyol jueguen con la selección española? ¿Acaso querrá la oficialidad para la selección catalana de fútbol?
Ahora el destino le ha jugado una mala pasada al president (quién sabe si algún día de la Generalidad), ya que uno de sus futbolistas se ha lesionado disputando un encuentro de selecciones. ¿Se trataba de la selección española o alguna otra selección reconocida por la Fifa? No. En realidad ayer sólo se disputó el... ¡País Vasco-Cataluña! ¡Ay, Joan, Joan, qué cruel e irónico es el destino! Muy a su pesar, Cataluña solamente juega una vez al año -sin carácter oficial- contra sus amigos del País Vasco.
Aplicando la lógica laportista sería de esperar que en el día de mañana el presidente del Barcelona arremetiera duramente contra la Federación catalana de fútbol por este percance, ¿no? Conociendo al personaje en cuestión, apuesten a que no. Entre otras cosas porque no hay ningún reglamento que obligue a los clubes a ceder sus jugadores para encuentros de carácter no oficial como es el caso. Con lo cual es él como máximo responsable de la entidad, el que tolera que sus futbolistas jueguen este tipo de pachangas de carácter político. Parece que cuando se trata de reivindicar la nació Catalana, Laporta antepone los intereses suyos y de sus amigos los nacionalistas a los del F.C. Barcelona. Futbolistas al servicio de la causa. Mès que un club.
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