A partir de la sentencia de la Audiencia Nacional del 31 de octubre de 2007:
- No sabemos con absoluta certeza qué dinamita estalló en los trenes y de dónde salió
- No sabemos quién fue el 'cerebro' de los atentados, es decir, quién indujo a El Chino, El Tunecino y Lamari a colocar las bombas en los trenes
- Los tres procesados a los que la Fiscalía presentaba como miembros o afines a Al Qaeda, fueron descartados por el tribunal como inductores de la masacre
- De los 8 acusados clave para los que la Fiscalía pedía casi 39.000 años, sólo a tres se les ha responsabilizado por los 91 muertos: Jamal Zougam, Trashorras y Otman Gnaoui
O sea, que ni fue Al Qaeda ni, por ende, la guerra de Irak tuvo algo que ver. Por lo tanto, la agitación creada por la entonces oposición y sus medios afines de responsabilizar al gobierno de entonces por su apoyo a la invasión de Irak, quedan en nada.
Si no fue Al Qaeda, ¿tenemos que aceptar que fueron cuatro moritos sin preparación ni logística suficientes los que idearon y organizaron por su cuenta un atentado de tal envergadura?
¿Qué sabemos a ciencia cierta?
Pues que fue el único atentado de la historia de España que logró el efecto deseado de asustar a una sociedad y condicionar la voluntad democrática de sus c¡udadanos para cambiar de gobierno.
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