viernes, 18 de marzo de 2011

Berzosa y sus mocitas



No debería sorprender lo más mínimo la reacción de Carlos Berzosa, rector de la Complutense. Al principio no pudo sino condenar los hechos, eso sí, con una tibieza insultante. Una vez despojado de su careta, su afinidad con los profanadores (casi todas mujeres) ha quedado clara: se ha negado a abrir una investigación para identificar a los asaltantes y ha afirmado que no debería haber capillas en las universidades públicas. Con rectores así es lógico que los movimientos de la izquierda antisistema actúen como si no existiese ley alguna.


Contrapoder, -así se llama la organización de ultraizquierda arraigada en la facultad de Ciencias Políticas de la Complutense- no engaña a nadie: “nos identificamos con los hechos ocurridos en la capilla, tanto con el desarrollo estrictamente pacífico de la representación teatral, como con su contenido, de crítica a las posiciones machistas y homófobas defendidas por la Iglesia Católica y su presencia privilegiada en espacios públicos y formalmente laicos como la Universidad”. Llamar desarrollo pacífico a lo que el código penal castiga con la cárcel no es sino una prueba de que el sectarismo atrofia cerebros de forma acelerada. Quizá sea porque muchos de ellos todavía tengan el muro de Berlín metido en la cabeza.


Este grupo lamenta amargamente la presencia de la Iglesia Católica en los espacios públicos. Dicen que la sola presencia ya es un privilegio. Seguramente olviden que en la Constitución Española se define claramente que somos un Estado aconfesional, que no laico. También olvidan que ellos mismos son unos privilegiados por tener un local en la Universidad cedido por la Complutense. O sea, que sí a lo público, pero solo para ellos.


Está claro que Berzosa desarrolla una política que ya hemos visto en el País Vasco: unos agitan el árbol y otros recogen las nueces. Para ejecutar tan dignificante labor, el rector dispone de unas ilustres damas capaces de desnudarse ante el altar de una capilla. Ya se sabe que las chicas antisistema (¿qué?) siempre se han caracterizado por tener unos exquisitos modales, deslumbrante belleza e insuperable buen olor.


Para acabar con este clima prosoviético que se vive en algunas facultades de la complutense lo mejor que podría pasar es que se produzca un cambio de rector. Las elecciones son el próximo 6 de abril (y el 13 la segunda vuelta) y muchos esperamos que Iturmendi sea el ganador.

1 comentario:

Crown dijo...

Yo tuve a Iturmendi como decano y profesor y creo, sin duda, que es la mejor opción!.